lunes, 23 de julio de 2007


LEÓN: Una obra pictórica no está terminada cuando la última pincelada descansa junto a la paleta. Es justamente en ese momento, donde el pintor se aleja unos metros de la tela y comienza a mirarla. Rechazo o aceptación. Paternidad o huída. Es el momento de la firma, de sellar por siempre con el nombre de uno ese placer o tortura del arte. Algunos más, otros menos, todo pintor deja muchas pinturas huèrfanas, esperando infructuosamente su firma. Como si hubiera momentos, historias y situaciones que no se culminan por más que uno lo desee. Sino que siguen allí, vivas, por el tiempo del tiempo, reclamando algo. Reclamando.

Viernes 27 Despedida


Pablo Quiroga


Geraldine Seff


Marcelo Velázquez


foto función


jueves, 21 de junio de 2007

viernes, 8 de junio de 2007

HOY VIERNES ESTRENAMOS



Óperas Primas
Se trata de un ciclo coordinado por el nuevo responsable del área de teatro, Matías Umpierrez, que reúne tres producciones de nóveles directores e intenta brindarles un espacio para la construcción de una mirada propia. Daniel Link, Saula Benavente, Heidi Steinhardt, Geraldine Seff y Gabriel Fernández Chapo encabezan las propuestas.


Harriet. Boceto sobre una inglesa de cierta edad

(Versión del cuento “Miss Harriet” de Guy de Maupassant)
Geraldine Seff y Gabriel Fernández Chapo


Estreno: Viernes 8 de Junio 21 hs
Funciones: Viernes 8, 15, 22 y 29 a las 21hs
Viernes 6, 13, 20 y 27 de julio a las 21hs
Sala Abuelas de Plaza de Mayo (75 localidades): Av Corrientes 2038
Entrada: $10

Campiña francesa. Fines del siglo XIX. Durante un viaje turístico, un pintor bohemio reconstruye su relación amorosa más trágica, el recuerdo de la enigmática Miss Harriet.

Ficha técnica:
Actores: Pablo Quiroga; Geraldine Seff y Marcelo Velázquez
Adaptación: Gabriel Fernández Chapo
Dramaturgia de escena: Pablo Iglesias
Vestuario: Natalia García Barros
Diseño de iluminación: Pablo Quiroga.
Dirección y puesta en escena: Geraldine Seff y Gabriel Fernández Chapo.

Sobre la propuesta estética:
La deslimitación de fronteras entre la narrativa literaria, el arte teatral y las artes plásticas es la propuesta central de esta obra que se apropia del lenguaje del siglo XIX para recorrer una historia trágica de amores, religión, artes, naturaleza y seres humanos.
Indagamos escénicamente en la búsqueda de puntos económicos de enunciación sobre la espacialidad del texto disparador apoyados en su materialidad.

lunes, 4 de junio de 2007

Fotos ensayos finales











Las fotos son fuera de foco para no develar mucho la obra.




(Mentira, fotografa con estrabismo (o como se escriba))




miércoles, 23 de mayo de 2007

Una foto, un fragmento...


"... Caminamos por el borde del abismo, sobre un mar ancho que removía sus pequeñas ondas a cien metros de profundidad; y absorbíamos, con la boca entreabierta y el pecho dilatado, la fresca brisa que después de atravesar el océano acariciaba nuestra piel: brisa lenta y salada, que había recibido el beso de las olas..."

jueves, 26 de abril de 2007

Hoy en LA NACION

Ciclo 2007

El Centro Cultural Rojas se renueva

Aspira a posicionarse en la vanguardia

Anteayer, en una glamorosa presentación, el Centro Cultural Rojas anunció la programación de la nueva gestión, a cargo de José Miguel Onaindia, coordinador general de Cultura de la Secretaría de Extensión y Bienestar Estudiantil de la UBA. Para este nuevo ciclo hubo un replanteo en la coordinación de las áreas artísticas. Se estableció una mayor relación entre espacios que hasta ahora habían funcionado como compartimentos independientes, logrando un entramado productivo y una mejor y amplia articulación entre los distintos campos pedagógicos, artísticos y culturales. El objetivo es que el Rojas sea un lugar que dé cuenta de la efervescencia artística, social y política, apostando a la experimentación. El área de danza, coordinada por Alejandro Cervera, comenzará con un programa compartido: Cinco canciones y Bajo la luna de Egipto, con trabajos de Andrea Servera y Pablo Rottemberg, respectivamente. El ciclo 2(007) Súper Agentes está planteado para que los coreógrafos Joel Inzunza Leal, María José Goldin, Mariana Bellotto y Exequiel Barreras hagan trabajos basados en el suspenso, la intriga y la acción. Entretanto, el ciclo Queerdance/Eso es para raritos propone una temática gay, lésbica y transgenérica. En el ciclo Rock/Pop en el Rojas participarán en combinación Marianela, Francisco Bochatón, Antonio Birabent, The Tormentos, Los Súper Ratones, Daniel Melero, Imperfectos, Pánico Ramírez, Me Darás Mil Hijos y Los 7 Delfines, entre muchos otros. Asimismo, habrá ciclos de música antigua, música de cámara del Renacimiento y el Barroco, de folklore, de jazz, de nuevas tecnologías, tango y ópera de cámara. También figuras como Ernesto Jodos o Adrián Iaies homenajearán a Luis Alberto Spinetta, en el marco del ciclo de jazz.
Teatro En junio y julio habrá un ciclo de óperas primas, que reúne tres producciones de directores noveles. Las obras seleccionadas son Harriet. Boceto sobre una inglesa de cierta edad, de Pablo Iglesias, dirigida por Gabriel Fernández Chapo y Geraldine Seff; El amor en los tiempos del dengue, de Daniel Link, dirigido por Saula Benavente, y El trompo metálico, escrito y dirigido por Heidi Steinhardt. En agosto se desarrollará el Panorama en work in progress, un espacio de búsqueda, de prueba y error en el que diez obras, próximas a estrenarse en la cartelera porteña, acercan al público a un territorio en donde el creador intenta la construcción de un material propio. Se hará un total de 20 funciones. Asimismo, entre septiembre y diciembre se harán intervenciones en edificios, oficinas, salones y áreas de la UBA. Las obras seleccionadas son Interiores, de Mariano Pensotti, y 9 dedos, de Jorgelina Aruzzi y Lorena Vega, dirigida por esta última. Habrá cursos de historia y teoría teatral, coordinados por Jorge Dubatti; homenajes a Carlos Gandolfo y Eduardo Pavlovsky; un seminario de Jorge Eines, y se desarrollarán el IV Congreso Argentino de Historia del Teatro Universal, el III Congreso de Teatro Comparado y las Jornadas Jean-Luc Lagarce, juntamente con la embajada de Francia. A su vez, los domingos, a las 18 y a las 20, continuarán los Clowns no perecederos.Por otra parte, está prevista la puesta en escena de la ópera La serva padrona, de Giovanni Pergolesi, para julio, una obra maestra del género cómico. El Rojas también participará con actividades y eventos en el Festival Internacional de Buenos Aires. Las dos jornadas previstas son Carlos Gandolfo: Teatro y pensamiento y Eduardo Pavlovsky en el Rojas.El centro cultural también estará presente en la radio con Expreso Rojas, los jueves, a las 18, en UBA FM 90.5, desde el 3 de mayo; Radio Rojas 5 años en el aire, los domingos, a las 20, por Radio Nacional Faro FM 87.9, y los Micros UBA, por FM 90.5. También habrá ciclos de artes visuales, fotografía, cine, letras y comunicación. Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/903428

lunes, 23 de abril de 2007

martes, 27 de marzo de 2007

Guy de Maupassant


Guy de Maupassant (1850-1893), autor francés considerado como uno de los grandes maestros del cuento de la literatura universal. Nació en el Château de Miromesnil, en Normandía, y estudió en Yvetot y Ruán. Durante su juventud fue miembro de un grupo literario surgido en torno al célebre novelista Gustave Flaubert, que era íntimo amigo de la familia. Fue el propio Flaubert quien formó a Maupassant en el arte de la creación literaria. La primera obra importante de Maupassant fue el cuento ‘Bola de sebo’ (1880), incluido en el volumen Las veladas de Médan y considerado su obra maestra en ese género. En los 13 años siguientes escribió más de doscientos relatos, entre los que destacan Mademoiselle Fifi (1882) y el famoso La Parure (1884). La obra de Maupassant se caracteriza por sus variaciones sobre el tema de la crueldad humana, su realismo y su estilo sencillo. Maupassant es también autor de tres colecciones de recuerdos de viajes y seis novelas: Una vida (1883), que narra la enternecedora historia de las desventuras de una mujer casada; Bel Ami (1885), basada en el personaje de un periodista sin escrúpulos; Los dos hermanos (1888), La mano izquierda (1889) y Nuestro corazón (1890).

Más sobre Maupassant

MAS SOBRE GUY
El 5 de Agosto de 1850 nace René Albert Guy de Maupassant en el castillo de Miromesnil en el distrito de Tourville-sur-arques, según la versión oficial. Parece que hay alguna duda respecto del lugar dado que es posible que sus padres inventaran esta localización toda vez que ambos aspiraban a la gloria de una nobleza bastante dudosa. Su hijo Guy continuará esta tradición. Su padre, Gustave Maupassant, era descendiente de una familia lorenesa establecida en Normandía desde el siglo XVIII. El apellido Maupassant probablemente derivaba de mauvais passant. Su esposa Laura Le Poittevin nació en Rouen en 1821. Esta, hija de armadores, pertenecía a la alta burguesía normanda. Laura y su hermano Alfredo habían sido amigos de infancia de Gustave Flubert, hecho decisivo en la posterior andadura de Guy en el terreno literario. Laura se casó con Gustave Maupassant en 1846. La infancia de Guy se vio entristecida por las continuas disputas entre un padre disoluto y violento y una madre neurótica. Su padre era un cabeza hueca y un mariposón. Traicionaba a su mujer a mansalva. En 1856 nace Hervé (Tanto Guy como su hermano más joven, Hervé, heredaron una enfermedad de origen venéreo que les conduciría a ambos a a la locura y a la muerte). La maternidad recompensó en parte a la señora Maupassant de sus diferencias conyugales que culminaron en la separación en 1862. En 1859 y 1860, realizó sus estudios en el Liceo Napoleón, en el colegio eclesiástico de Yvetot, de donde fue expulsado, y finalmente en el Liceo de Rouen, donde el joven Maupassant mantuvo una relación epistolar con Louis Bouilhet, gran amigo de Flaubert. Estudios, vagabundeos y borracheras, lecturas y descubrimientos. La adolescencia del escritor estuvo conformada por estas fecundas contradicciones y por la presencia imperiosa de una madre que acababa de separarse del marido. Poco a poco, Flaubert representará en la imaginación del adolescente y más tarde, del escritor, el papel de padre. Fue precisamente este último quien le corrigió las primeras poesías y los primeros cuentos enseñándole el arte de escribir. Maupassant fue llamado a las armas y hubo de participar en la guerra franco-prusiana. Tras su regreso a la vida civil, en 1872, trabajó como empleado en el ministerio de Marina. La vida de oscuro funcionario y la atmósfera kafkiana del ministerio le inspirarán una de sus obras maestras: L'Heritage. Repartía su tiempo libre entre la creación literaria bajo la guía de Flaubert, amigo de su madre, y las excursiones a lo largo del Sena en compañía de jovencitas fáciles y remeros. En 1876 y merced al padrinazgo de Flaubert, Maupassant comienza a colaborar en diversos periódicos y revistas con el seudónimo de Guy de Valmont. Se hace construir una casa donde fueron representadas privadamente algunas de las obras de teatro que escribió en esta época. Su debut literario está ligado al relato Bola de sebo (Boule de suif, 1880), aparecido en el volumen Las veladas de Médan (Les soirées de Médan), especie de manifiesto del naturalismo, que reunía cuentos sobre el tema de la guerra de 1870 escritos por varios escritores que constituían el llamado grupo Médan, dirigido por Emile Zola y frecuentado por J.-K. Huysmans, Paul Alexis, León Hennique y Henry Céard. Maupassant hizo alarde en él de su talento de narrador gracias a una aguda capacidad de observación; fustigaba con violencia satírica a pequeños y grandes burgueses, desenmascarados en su bellaquería por la guerra; y presentaba con una dureza grotesca el penoso sacrificio de una prostituta inmolada al pudor de las damas y a a la oración de dos monjas. Lógicamente se había establecido que el relato de Zola tuviera prioridad sobre los demás. Maupassant fue el último en leer su relato. Apenas acabada la lectura, le aclamaron a coro y en un impulso de entusiasmo, típicamente francés, le proclamaron maestro.Cursiosamente casi nadie, a simple vista, había intuido el genio de Maupassant; Zola contó a Frank Harris que en la época de Las veladas de Médan nadie esperaba nada de él.El exito es inmediato. Maupassant entra en la vida literaria como un meteoro. Así lo describe su amigo Frank Harris cuando lo conoció en 1881: " Maupassant no parecía un hombre genial. Apenas de estatura media, era robustísimo y guapo; la frente alta y cuadrada, el perfil griego, la mandíbula fuerte y sin dureza, los ojos gris-azulados profundamente hundidos, el bigote y el pelo casi negros. Tenía modales perfectos, pero al primer momento parecía reservado y poco propenso a hablar de sí mismo o de sus obras..." En 1881 vio la luz su primer volumen de relatos, La casa Tellier (La maison Tellier), seguido por Mademoiselle Fifí (Mademoiselle Fifi, 1882) y luego por novelas de gran éxito: Una vida (Une vie, 1883), delicada trama narrativa centrada en un aspecto femenino de ascendencia flaubertiana,y Bel Ami (1885), que explota el tema del arribismo social a través del periodismo y las mujeres para condenar políticamente el mundo de las altas finanzas especulador y colonialista. El éxito obtenido con sus primeras obras le permitió no sólo vivir de la pluma, sino también poder realizar sus sueños: el lujo, la inagotable actividad amatoria, los largos y solitarios viajes por mar en su yate Bel Ami y el ingreso en la buena sociedad de Cannes y de Paris, donde se ganó una fama de seductor inveterado. Curiosamente estaba más orgulloso de sus empresas amorosas que de sus obras literarias: "¿Quién puede preveer si mis historias sobrevivirán? ¿Quién puede saberlo? Hoy te consideran un gran hombre y la próxima generación te tira al mar. La gloria es cuestión de suerte, una jugada a los dados, mientras el amor es una sensación nueva arrancada a la nada".Era deportivo, practicaba el piragüismo y estaba orgulloso de su fuerza. Solía decir: "Dentro del buen animal encontramos al buen hombre". Su vigor físico era increíble y aseguraba que después de un día de piragüismo por el Sena, todavía podía remar la noche entera. Le atraían los ejercicios violentos aún cuando llevara la peor parte. Con la publicación de Mademoiselle Fiif, Maupassant se convierte en el escritor de moda, lo que hoy llamaríamos un autor de best-sellers, y sus derechos de autor le proporcionan muy buenos ingresos, y, en el giro de unos años, una verdadera fortuna: tiene por esos años un piso en París -más un picadero para encuentros clandestinos con mujeres-, una casa de campo en Etretat y un par de residencias en la Costa Azul, amén de su yate Bel Ami. Son también años de frecuentes viajes -Italia, Africa, Inglaterra... En 1883 nace su primer hijo, fruto de sus relaciones con Joséphine Litzelmann. Guy tendría otros dos hijos con la joven, pero nunca quiso reconocerlos, aunque sentía por ellos mucho cariño y siempre se preocupó de atender a sus necesidades materiales. Hacia el final de su vida, la adulación de la aristocracia le confirió un ligero tinte de esnobismo y dice la leyenda que en el interior de su sombrero sus iniciales iban presididas por una corona de marqués y que ni siquiera tenía derecho a la preposición con la que hizo preceder siempre su apellido. Su actividad literaria, por otra parte, no conoció desmayos. De 1887 es "Mont-Oriol", de 1888 "Pierre et Jean", análisis psicológico de una pareja de hermanos divididos repentinamente por una herencia y por el descubrimiento de su origen adúltero. En 1889 apareció "Fuerte como la muerte". Mientras tanto se había ido sucediendo una ininterrumpida producción de relatos, en la que brilla mejor la perspicacia estilística de Maupassant (aparte de las recopilaciones citadas, merecen ser recordadas: Miss Harriet, 1884; Las hermanas Rondoli, 1884; Claro de luna, 1884; Tonio, 1885; Cuentos del día y de la noche, 1885; Monsierur Parent; 1886; El horla, 1887; La mano izquierda, 1889 Nuestro corazón, 1890.En el final de su carrera, una buena cantidad de cuentos está inspirada por la idea fija del suicidio, la obsesión de lo invisible, la angustia. Ya había cumplido con negar a la Providencia y considerar a Dios como "ignorante de todo lo que hace". También había cumplido con describir una ruta de pesimismo, diciendo que el Universo es un desencadenamiento de fuerzas ciegas y desconocidas, y que "el hombre es una bestia escasamente superior a las demás"-El pesimista Maupassant acentúo para sus últimos años la hostilidad hacia los demás y terminó consumido en una soledad que solamente lo nutrió de fantasías como "El miedo". Este y otros cuentos escritos en lo últimos años de su vida, los tomaron los psiquiatras como fieles testimonios de su progresiva locura. Cuentos de terror y angustia como El miedo ,demostraron no sólo a los psiquiatras que Maupassantt era todo un maestro del cuentos fantástico, haciendo recordar la grandeza de Edgar Allan Poe. La noche del 1 de enero de 1892, intentó por tres veces abrirse la garganta con un coraplumas de metal. Sus amigos y el fiel Françoise Tassart, lo trasladaron a París; allí fue internado el 7 de enero en la clínica del doctor Blanche, donde moriría al cabo de dieciocho meses -el 6 de julio de 1893-, periodo que transcurrió en una incosnciencia casi total, aunque con periódicas crisis violentas que obligaban a los enfermeros a ponerle la camisa de fuerza.

FICHA

Grupo "Perdón Cohen" presenta:
"Harriet. Boceto sobre una inglesa de cierta edad"
A partir del cuento "Miss Harriet" de Guy de Maupassant
León: Pablo Quiroga.
Harriet: Geraldine Seff.
Adaptación: Gabriel Fernandez Chapo.
Dramaturgia: Pablo Iglesias.
Puesta en escena: Chapo/Seff/Quiroga.
Supervisión general: Ruben Szchumacher.
Estreno. Viernes 1 de Junio. C.C.R.Rojas.
En el marco del ciclo: Operas primas de directores.

Leonard Cohen


Un poeta ronco discurriendo sin jamás sobresaltarse sobre la soledad, el sexo y la religión. Un beatnik que se acordó tarde de serlo. Un monje budista que ya pasó las siete décadas. Un cantautor atemporal, eternamente enemistado con la vida. El autor de la banda de sonido de mil noches de borrachera triste. Todo eso es Leonard Cohen, uno de los músicos más oscuros y enigmáticos del siglo XX.
La certera pluma de Cohen es, en gran parte, el secreto de su éxito. Antes de dedicarse a la música, publicó libros de poesía como Flowers for Hitler (1964) y novelas como The favorite game (1963) y Beautiful losers (1966). En 1967, radicado en los Estados Unidos, se interesó por la música folk y dejó de lado la literatura para convertirse en un singer/songwriter. Comenzó a participar de festivales folk, y allí fue descubierto por John Hammond, el representante del sello Columbia que le había dado su primera oportunidad a Bob Dylan y Bruce Springsteen, entre otros.
El género en el que se desempeñaba Cohen era de por sí down tempo, pero su música era directamente lúgubre. Sus letras reflejaban las decepciones de su vida licenciosa: el canadiense iba de mujer en mujer y experimentaba con cuanta droga psicodélica se le cruzara en el camino. Pese a su carácter sombrío, sus primeros álbumes (Songs of Leonard Cohen, de 1967; Songs from a room, de 1969; y Songs of love and hate, de 1971) fueron altamente elogiados por la crítica, mientras que los más sofisticados estudiantes universitarios de la época lo adoptaron como figura de culto.
En New skin for the old ceremony (1974) profundizó aún más su melancolía y su descontento con la vida, mientras que en Death of a ladies' man (1977) descendió al punto más bajo de su carrera. Producido por Phil Spector, el álbum fue directamente calificado de “fiasco” por su sonido ostentoso, en las antípodas de su característica simpleza. Se dice que Spector mezcló el álbum por su cuenta y Cohen consideró sacarle los masters a punta de pistola. Para recuperar el tiempo perdido, lanzó el más tradicional Recent songs.En 1988 sorprendió a todos con I'm your man, un disco regido por el sonido de los sintetizadores y cargado de referencias de tipo social y humor negro. Pero mayor sorpresa aun fue verlo ingresar en 1993 al Centro Zen del Monte Baldy, en Los Angeles, California. Allí se recluyó durante seis años, fue ordenado Monje Budista Zen y tomó el nombre de Jikan, que significa “el silencioso”.
Una vez retornado al mundo exterior, editó en 2001 Ten new songs y en 2004 Dear Heather, un álbum dedicado a las muchas mujeres que pasaron por su vida.

"Cómo decir poesía" del libro La muerte de un mujeriego.




Por ejemplo la palabra mariposa. Para usar esta palabra no hace falta aligerar la voz, ni dotarla de pequeñas alas empolvadas, ni inventar un día soleado o un campo de narcisos, ni estar enamorado, ni estar enamorado de las mariposas. La palabra mariposa no es una mariposa de verdad. Está la palabra y está la mariposa. La gente tendrá todo el derecho a reírse de ti si confundes estos dos conceptos. No le des tanta importancia a la palabra. ¿Qué quieres transmitir, que amas a las mariposas con más perfección que nadie o que entiendes realmente su naturaleza? La palabra mariposa no es más que un dato. No te da pie a revolotear, elevarte, proteger las flores, simbolizar la belleza y la fragilidad o interpretar de alguna forma a una mariposa. No representes las palabras. No intentes nunca despegar del suelo cuando hables de volar, ni gires la cabeza y cierres los ojos cuando hables de la muerte. No me mires con ojos ardientes cuando hables del amor. Si quieres impresionarme al hablar del amor, mete la mano en el bolsillo o debajo del vestido y acaríciate. Si tu ambición y tu hambre de aplausos te han llevado a hablar del amor, debes aprender a hacerlo sin desacreditarte a vos mismo ni a lo que dices.
¿Qué expresión podría definir a nuestra época? Nuestra época no tolera expresión alguna. Todos hemos visto fotografías de madres asiáticas desoladas, así que no nos interesa la agonía de tus órganos achacosos. Nada de lo que puedas expresar con tu cara tiene parangón con el horror de nuestro tiempo. No lo intentes siquiera. Sólo merecerías el desprecio de los que han sido tocados en lo más hondo. Todos hemos visto noticieros con seres humanos embargados por el dolor y la desazón. Todos sabemos que comes como Dios manda y que hasta te pagan para que subas a un escenario. Estás tocando para gente que ha vivido catástrofes, así que tranquilízate.
Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Todos sabemos que sufres. No puedes contarle al público todo lo que sabes del amor.
Hazte a un lado: la gente sabrá lo que sabes porque ya lo sabía. No tienes nada que enseñarles. No eres más hermoso que ellos. Ni más sabio. No les grites. No fuerces una entrada en seco. Eso es sexo mal practicado. Si vas a mostrar el contorno de tus genitales, entrega lo que prometes. Y recuerda que, en el fondo, la gente no quiere acróbatas en la cama. ¿Qué necesitamos? Estar cerca del hombre natural, estar cerca de la mujer natural. No quieras ser un cantante venerado por un público numeroso y leal que desde siempre ha seguido los altibajos de tu carrera. Las bombas, lanzallamas y demás mierdas han destruido los escenarios. ¿Acaso creías que tu profesión iba a escapar a la destrucción general? Ya no hay escenarios. Ya no hay candilejas. Estás entre la gente, por tanto sé modesto. Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Quédate solo. Quédate en tu habitación. No armes una escena.
Se trata de un paisaje interior. Está dentro y es privado. Respeta la intimidad de tus textos, pues fueron escritos en silencio. La valentía de la interpretación es decirlos. La disciplina de la interpretación es no violarlos. Deja que el público sienta tu amor por la intimidad aunque ésta no exista. Sé una buena puta. El poema no es un slogan. No puede promocionarte. No puede fomentar tu reputación de sensible. No eres un semental. No eres un ladrón de corazones. Tanto gángster del amor y tanta tontería. Eres un estudiante de disciplina.
No representes las palabras. Las palabras mueren cuando las representas, se marchitan, y no queda más que tu ambición.
Di las palabras con la precisión exacta con que comprobarías la ropa de tu lavado. No te conmuevas con una blusa de encaje. Unas braguitas no tienen porqué ponértela dura. No tiembles al ver una toalla. Las sábanas no han de dibujar una expresión de ensueño alrededor de tus ojos. No hace falta que llores en el pañuelo. Las medias no están ahí para evocarte extraños y lejanos viajes. Es sólo lavandería. No seas un mirón escudriñando a través de tu ropa. Limítate a llevarla puesta.
El poema es mera información. Es la Constitución de la patria interna. Si lo declamas y lo hinchas con nobles intenciones, no eres mejor que esos políticos que tanto desprecias. No haces más que agitar una bandera y llamar a la patriotería emocional. Piensa en las palabras como ciencia, no como arte. Son un informe. Es como si dieras una conferencia en la Federación de Montañismo. Las personas que te escuchan conocen todos los riesgos de la escalada, y te honran dando por sentado que lo sabes. Si se los pasas por la cara, estás insultando la hospitalidad que te ofrecen. Infórmales de la altitud de la montaña, describe el equipo que utilizaste, especifica el tipo de superficie y fija el tiempo que duró la escalada. No busques dejar al público boquiabierto. Si el público se queda boquiabierto, no será debido a tu apreciación de los hechos, sino a la suya. Tu mérito estará en la estadística y no en las inflexiones de tu voz ni en los ademanes enérgicos de tus manos. Estará en los datos y en la tranquila organización de tu presencia.
Evita las florituras. No temas ser débil. No te avergüences de estar cansado. Tienes buen aspecto cuando estás cansado. Parece como si pudieras seguir y seguir sin parar. Y ahora ven a mis brazos. Eres la imagen de mi belleza.
LEONARD COHEN

Fragmento de Harriet. Boceto sobre una inglesa de cierta edad.

HARRIET: (saliendo de la silueta) Una señora inglesa de "cierta edad". (Hace ademán de presentación)
LEÓN: Delgada
HARRIET: Muy delgada. Muy alta.
LEÓN: Alta.
(El ríe en carcajada estruendosa. Ella sonríe tímidamente)
LEÓN: Tu rostro...
HARRIET: ...de momia...
LEÓN: rodeado por bucles de cabello gris que oscilaban a cada paso, me hizo gracia.
HARRIET: Viéndolo, desaparecí.
(El se acerca al lienzo en blanco y lo acomoda para pintar el paisaje dibujado en tiza sobre la pared. Ella toma una tiza y dibuja un peñasco en el paisaje)
LEÓN: Al día siguiente, habiéndome acomodado para pintar en el fondo del hermoso valle, descubrí, levantando los ojos, algo singular, erguida sobre una cresta del collado; parecías un mástil empavesado. Era usted. Me acerqué para entablar amistades.
HARRIET: Sssshhhh....(Ella chista silencio y le regala un librito)